diumenge, 27 d’octubre del 2013

Calendario de actos con motivo de la celebración de Todos los Santos.

Martes 29 de octubre a las 19:00 Hrs en la iglesia de Santa Creu


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viernes 1 de noviembre, Festividad de Todos los Santos,
 el horario de las misas será el mismo que los domingos:
11:00. 13:00 y 19:00 Hrs


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2 de noviembre, Festividad de los Fieles Difuntos
Las misas serán en el  mismo horario que los domingos.
Además a las 20:00 se celebrará una misa en sufragio por las almas de los difuntos de la parroquia en este último año.


dilluns, 21 d’octubre del 2013

dimarts, 15 d’octubre del 2013

"BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO"

Nueva entrada en el blog "BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO" de nuestro vicario Francesc Ramis Darder.

 

PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO. METÁFORA DE LA TERNURA DE DIOS: Lc 15,11-32. 

 

 http://bibliayoriente.blogspot.com.es/2013/10/parabola-del-hijo-prodigo-metafora-de.html

( Francesc Ramis Darder )

dijous, 10 d’octubre del 2013

Catequèsis del Sant Pare Francesc sobre la catolicitat de l'Esglesia

 

Gran catequèsis del  Sant Pare Francesc sobre el què significa que la Església sigui Catòlica.

Val la pena dedicar-li uns minuts a la seva lectura i reflexió.

(text íntegre de la intervenció del Papa, per gentileza de ACI Prensa)


Queridos hermanos y hermanas, ¡Buenos días!

Veo que hoy a pesar de ser una jornada fea, han sido valientes, ¿eh? ¡Felicitaciones! Felicitaciones…
"Creo en la Iglesia una, santa, católica... ". Hoy hacemos una pausa para reflexionar sobre esta nota de la Iglesia, decimos "católica", ¿eh? De la catolicidad. En primer lugar: ¿qué significa católico? Viene del griego "kath'olòn" que significa "de acuerdo con el todo", la totalidad. En ese sentido, esta totalidad se aplica a toda la Iglesia. En ese sentido decimos que la Iglesia es católica. Yo diría en tres significados fundamentales:

 1. El primero. La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia toda la fe, en la que la salvación que Cristo nos ha traído se ofrece a todos. La Iglesia nos hace encontrar la misericordia de Dios que nos transforma, porque en ella está presente Jesucristo, que le da la verdadera confesión de fe, la plenitud de la vida sacramental, la autenticidad del ministerio ordenado. En la Iglesia, cada uno de nosotros encuentra lo que es necesario para creer, para vivir como cristianos, para ser santos, para caminar en todos los lugares y en todas las épocas.
Por poner un ejemplo, podemos decir que es como en la vida familiar. En familia, a cada uno de nosotros se nos da todo lo que nos permite crecer, madurar, vivir. No se puede crecer solos, no puede caminar solos, aislándonos, sino que se camina y se crece en comunidad, en una familia. Y así, la Iglesia es así.
En la Iglesia podemos escuchar la Palabra de Dios, seguros que es el mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia podemos encontrar al Señor en los sacramentos que son ventanas abiertas por donde se nos da la luz de Dios, arroyos de los cuales tomamos la misma vida de Dios; en la Iglesia aprendemos a vivir en comunión el amor que viene de Dios. Cada uno de nosotros puede preguntarse ¿Cómo vivo en la Iglesia? Cuando voy a la Iglesia, ¿es como si fuera al estadio, a un partido de fútbol? ¿Es como si fuera al cine? ¡No! ¡Es otra cosa! ¿Cómo voy a la iglesia? ¿Cómo acepto los dones que me ofrece, para crecer, madurar como cristiano? ¿Participo en la vida comunitaria o voy a la iglesia y me encierro en mis problemas, aislándome de los demás? En este primer sentido, la Iglesia es católica porque es la casa de todos: todos somos hijos de la Iglesia y todos estamos en esa casa.

 2. Un segundo significado: la Iglesia es católica porque es universal, se extiende por todo el mundo y anuncia el Evangelio a todos los hombres y todas las mujeres. La Iglesia no es un grupo de élite, sólo para unos pocos. La Iglesia no tiene cierres, es enviada a todo el mundo, a toda la humanidad. Y la única Iglesia está presente incluso en las partes más pequeñas de la misma.
Todos podemos decir: en mi parroquia está presente la Iglesia católica, porque ella también es parte de la Iglesia universal, porque también tiene la plenitud de los dones de Cristo, la fe, los Sacramentos, el ministerio; está en comunión con el Obispo, con el Papa y está abierta a todos, sin distinción.
La Iglesia no está solamente a la sombra de nuestro campanario, sino que abraza una gran variedad de gentes, de pueblos que profesan la misma fe, que se nutren de la misma Eucaristía, que son atendidos por los mismos Pastores. ¡Sentirse en comunión con todas las iglesias, con todas las comunidades católicas grandes y pequeñas de todo el mundo!
¡Es bonito esto! Y luego, sentirnos que todos estamos en misión, pequeñas o grandes comunidades, todos tenemos que abrir nuestras puertas y salir para anunciar el Evangelio. Preguntémonos entonces: ¿qué estoy haciendo para comunicar a los demás la alegría del encuentro con el Señor, la alegría de pertenecer a la Iglesia? ¡Proclamar y dar testimonio de la fe no es una cuestión de unos pocos, se refiere también a mí, a ti, a cada uno de nosotros!

3. Una tercera y última reflexión: la Iglesia es católica, porque es la "Casa de la armonía", donde la unidad y la diversidad hábilmente se combinan entre sí para ser riqueza". Pensemos en la imagen de la sinfonía, que significa acuerdo y armonía, diferentes instrumentos tocan juntos, cada uno conserva su timbre inconfundible y las características de sonido se funden y acuerdan en algo común.
Luego está el que guía, el director, y en la sinfonía que se ejecuta todos tocan juntos en "armonía", pero no se borra el timbre de cada instrumento, la peculiaridad propia, ¡sino que se valoriza al máximo!
Es una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta, en la que hay variedad,
No todos somos iguales, y no debemos ser iguales. Todos somos diversos, diferentes, cada uno con sus propias cualidades y esa es la belleza de la Iglesia: cada uno trae lo propio, lo que Dios le dio, para enriquecer a los demás. Y entre los miembros hay esta diversidad, pero es una diversidad que no entra en conflicto, no se contrapone; es una variedad que se deja fundir en armonía por el Espíritu Santo; Él es el verdadero "Maestro", y Él mismo es la armonía.


Y ahora preguntémonos: ¿en nuestras comunidades vivimos en armonía, o discutimos entre nosotros? En mi parroquia, en mi movimiento, en la Iglesia ¿Hay habladurías? Y, si hay habladurías, no hay armonía: hay lucha. Y ésta no es la Iglesia: la Iglesia es la armonía de todos. Nunca hablen uno contra el otro, nunca se peleen. Aceptemos al otro, aceptemos que haya una justa variedad, que esto sea diferente, que éste piense así, o piense asá? ¿Pero, en la misma fe se puede pensar así, O tendemos a uniformarlo todo?
¡La uniformidad mata la vida. La vida de la Iglesia es variedad, y cuando queremos poner esta uniformidad en todo, matamos los dones del Espíritu Santo! Oremos al Espíritu Santo, que es el autor de esta unidad en la variedad, de esta armonía, para que nos haga cada vez más "católicos", ¡en esta Iglesia que es católica y universal!.
Gracias.

dilluns, 7 d’octubre del 2013

octubre, mes del rosario


¡¡¡ Padre, auméntanos la fe !!!



VATICANO, 06 Oct.-(ACI Prensa). En sus palabras previas al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco señaló que nuestra fe es pequeña y débil, por lo que debemos pedirle a Dios que aumente nuestra fe.

El Santo Padre señaló que “hoy, el pasaje del Evangelio comienza así: ‘En aquel tiempo dijeron los Apóstoles al Señor: ¡Auméntanos la fe!’. Me parece que todos nosotros podemos hacer nuestra esta invocación”.

“También nosotros, como los Apóstoles, decimos al Señor Jesús: ‘¡Auméntanos la fe!’. Sí, Señor, nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil, frágil, pero te la ofrecemos tal como es, para que Tú la hagas crecer”.

El Papa preguntó a los miles de fieles en la Plaza de San Pedro: “¿les parece que repitamos todos juntos esto: Señor, auméntanos la fe? ¿Lo hacemos? Todos: Señor auméntanos la fe. Señor, auméntanos la fe. Señor auméntanos la fe. Que nos la haga crecer, ¡eh!”.

“Y el Señor, ¿qué cosa nos responde? Responde: ‘Si tuvieran fe como un grano de mostaza, habrían dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate en el mar, y les habría obedecido’”.

Francisco indicó que “la semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús dice que basta tener una fe así, pequeña, pero verdadera, sincera, para hacer cosas humanamente imposibles, impensables. ¡Y es verdad!”.

“Todos conocemos a personas sencillas, humildes, pero con una fe fortísima, ¡que verdaderamente mueven las montañas!”.

“Pensemos por ejemplo –pidió el Papa– en tantas mamás y papás, que afrontan situaciones muy pesadas; o en ciertos enfermos, incluso gravísimos, que transmiten serenidad a quien los va a visitar. Estas personas, precisamente por su fe, no se vanaglorian de lo que hacen, es más, como pide Jesús en el Evangelio, dicen: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’”.

“¡Cuánta gente entre nosotros tiene esta fe fuerte, humilde, y que hace tanto bien!”, exclamó.

El Santo Padre pidió además que “en este mes de octubre, que está dedicado de modo particular a las misiones, pensemos en los tantos misioneros, hombres y mujeres, que para llevar el Evangelio han superado obstáculos de todo tipo, han dado verdaderamente la vida”.

“Pero esto atañe a todos. Cada uno de nosotros, en la propia vida de cada día, puede dar testimonio de Cristo, con la fuerza de Dios, con la fuerza de la fe. Con la fe pequeñísima que nosotros tenemos, pero que es fuerte, con esa fuerza dar testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la vida. ¡Con nuestro testimonio!”.

“¿Y cómo tomamos esta fuerza? La tomamos de Dios en la oración”.

La oración, indicó el Papa, “es la respiración de la fe: en una relación de confianza, de amor, no puede faltar el diálogo, y la oración es el diálogo del alma con Dios”.

“Octubre es también el mes del Rosario, y en este primer domingo es tradición rezar la Súplica a la Virgen de Pompeya, la Bienaventurada Virgen María del Santo Rosario”.

Francisco indicó que “nos unimos espiritualmente a este acto de confianza en nuestra Madre, y recibimos de sus manos la corona del Rosario: ¡el Rosario es una escuela de oración! ¡El Rosario es una escuela de fe!”.