Gran catequèsis del Sant Pare Francesc sobre el què significa que la Església sigui Catòlica.
Val la pena dedicar-li uns minuts a la seva lectura i reflexió.
(text íntegre de la intervenció del Papa, per gentileza de ACI Prensa)
Queridos hermanos y hermanas, ¡Buenos días!
Veo que hoy a pesar de ser una jornada fea, han sido valientes, ¿eh? ¡Felicitaciones! Felicitaciones…
"Creo en la Iglesia una, santa, católica... ". Hoy hacemos una pausa
para reflexionar sobre esta nota de la Iglesia, decimos "católica", ¿eh?
De la catolicidad. En primer lugar: ¿qué significa católico? Viene del
griego "kath'olòn" que significa "de acuerdo con el todo", la totalidad.
En ese sentido, esta totalidad se aplica a toda la Iglesia. En ese
sentido decimos que la Iglesia es católica. Yo diría en tres
significados fundamentales:
1. El primero. La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en
la que se anuncia toda la fe, en la que la salvación que Cristo nos ha
traído se ofrece a todos. La Iglesia nos hace encontrar la misericordia
de Dios que nos transforma, porque en ella está presente Jesucristo, que
le da la verdadera confesión de fe, la plenitud de la
vida
sacramental, la autenticidad del ministerio ordenado. En la Iglesia,
cada uno de nosotros encuentra lo que es necesario para creer, para
vivir como cristianos, para ser santos, para caminar en todos los
lugares y en todas las épocas.
Por poner un ejemplo, podemos decir que es como en la vida familiar. En
familia,
a cada uno de nosotros se nos da todo lo que nos permite crecer,
madurar, vivir. No se puede crecer solos, no puede caminar solos,
aislándonos, sino que se camina y se crece en comunidad, en una familia.
Y así, la Iglesia es así.
En la Iglesia podemos escuchar la Palabra de Dios, seguros que es el
mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia podemos encontrar al
Señor en los
sacramentos
que son ventanas abiertas por donde se nos da la luz de Dios, arroyos
de los cuales tomamos la misma vida de Dios; en la Iglesia aprendemos a
vivir en comunión el amor que viene de Dios. Cada uno de nosotros puede
preguntarse ¿Cómo vivo en la Iglesia? Cuando voy a la Iglesia, ¿es como
si fuera al estadio, a un partido de fútbol? ¿Es como si fuera al
cine?
¡No! ¡Es otra cosa! ¿Cómo voy a la iglesia? ¿Cómo acepto los dones que
me ofrece, para crecer, madurar como cristiano? ¿Participo en la vida
comunitaria o voy a la iglesia y me encierro en mis problemas,
aislándome de los demás? En este primer sentido, la Iglesia es católica
porque es la casa de todos: todos somos hijos de la Iglesia y todos
estamos en esa casa.
2. Un segundo significado: la Iglesia es católica porque es universal,
se extiende por todo el mundo y anuncia el Evangelio a todos los hombres
y todas las mujeres. La Iglesia no es un grupo de élite, sólo para unos
pocos. La Iglesia no tiene cierres, es enviada a todo el mundo, a toda
la humanidad. Y la única Iglesia está presente incluso en las partes más
pequeñas de la misma.
Todos podemos decir: en mi parroquia está presente la Iglesia católica,
porque ella también es parte de la Iglesia universal, porque también
tiene la plenitud de los dones de Cristo, la fe, los Sacramentos, el
ministerio; está en comunión con el Obispo, con el Papa y está abierta a
todos, sin distinción.
La Iglesia no está solamente a la sombra de nuestro campanario, sino
que abraza una gran variedad de gentes, de pueblos que profesan la misma
fe, que se nutren de la misma Eucaristía, que son atendidos por los
mismos Pastores. ¡Sentirse en comunión con todas las iglesias, con todas
las comunidades católicas grandes y pequeñas de todo el mundo!
¡Es bonito esto! Y luego, sentirnos que todos estamos en misión,
pequeñas o grandes comunidades, todos tenemos que abrir nuestras puertas
y salir para anunciar el Evangelio. Preguntémonos entonces: ¿qué estoy
haciendo para comunicar a los demás la alegría del encuentro con el
Señor, la alegría de pertenecer a la Iglesia? ¡Proclamar y dar
testimonio de la fe no es una cuestión de unos pocos, se refiere también
a mí, a ti, a cada uno de nosotros!
3. Una tercera y última reflexión: la Iglesia es católica, porque es la
"Casa de la armonía", donde la unidad y la diversidad hábilmente se
combinan entre sí para ser riqueza". Pensemos en la imagen de la
sinfonía, que significa acuerdo y armonía, diferentes instrumentos tocan
juntos, cada uno conserva su timbre inconfundible y las características
de sonido se funden y acuerdan en algo común.
Luego está el que guía, el director, y en la sinfonía que se ejecuta
todos tocan juntos en "armonía", pero no se borra el timbre de cada
instrumento, la peculiaridad propia, ¡sino que se valoriza al máximo!
Es una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta, en la que hay variedad,
No todos somos iguales, y no debemos ser iguales. Todos somos diversos,
diferentes, cada uno con sus propias cualidades y esa es la belleza de
la Iglesia: cada uno trae lo propio, lo que Dios le dio, para enriquecer
a los demás. Y entre los miembros hay esta diversidad, pero es una
diversidad que no entra en conflicto, no se contrapone; es una variedad
que se deja fundir en armonía por el Espíritu Santo; Él es el verdadero
"Maestro", y Él mismo es la armonía.
Y ahora preguntémonos: ¿en nuestras comunidades vivimos en armonía, o
discutimos entre nosotros? En mi parroquia, en mi movimiento, en la
Iglesia ¿Hay habladurías? Y, si hay habladurías, no hay armonía: hay
lucha. Y ésta no es la Iglesia: la Iglesia es la armonía de todos. Nunca
hablen uno contra el otro, nunca se peleen. Aceptemos al otro,
aceptemos que haya una justa variedad, que esto sea diferente, que éste
piense así, o piense asá? ¿Pero, en la misma fe se puede pensar así, O
tendemos a uniformarlo todo?
¡La uniformidad mata la vida. La vida de la Iglesia es variedad, y
cuando queremos poner esta uniformidad en todo, matamos los dones del
Espíritu Santo! Oremos al Espíritu Santo, que es el autor de esta unidad
en la variedad, de esta armonía, para que nos haga cada vez más
"católicos", ¡en esta Iglesia que es católica y universal!.
Gracias.