Pero la caja era real, y la mostró tal cual es: se trata de la Miserikordyna, una idea que viene de Polonia con ocasión de la celebración de la Divina Misericordia y que incluye un rosario, con el que se puede rezar la coronilla de la Divina Misericordia. En total, 59 pastillas, esto es, 59 cuentas que el Papa invitó a consumir.
"¡No os olvidéis de tomarla!", pidió con una sonrisa, anunciando que iba a repartirse en la Plaza de San Pedro, como efectivamente se hizo con 20.000 unidades. La caja contiene un rosario, una imagen de la Divina Misericordia y un folleto con la posología, que añade: "Su eficacia está probada por las palabras de Jesús". "Tomadla, hace bien al corazón, al alma y a toda la vida", bromeó Francisco.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada